20 noviembre, 2009

La pequeña Venezia de Suramérica


Venezuela, situada al norte de América del Sur, con una economía fundamentalmente basada en la extracción y refinamiento del petróleo y otros minerales, así como actividades agropecuarias e industriales. Con una geografía irregular que combina áreas tropicales, climas desérticos, territorios selváticos, extensas llanuras y ambientes andinos. Que cuenta con el conjunto de áreas protegidas más extenso de América Latina. Con un pueblo mestizo, entre razas indígenas, europeas, africanas y asiáticas, convirtiéndolos en un pueblo con diversidad de cultura, con características humanitarias díficiles de describir, con el buen humor a flor de piel, con los brazos abiertos para quien lo necesite, sin discriminar, sin objetar y sin preguntar.

Estas siempre fueron las características del pueblo venezolano que hasta ahora recuerdo, y que prefiero seguir mateniendo en mi memoria, sé que el venezolan@ en sí no ha perdido su esencia, que aún continua manteniendo el buen humor a pesar de las circunstancias que atraviesa el país, aplicando el conocido dicho: "Al mal tiempo, buena cara", pero .... ¿hasta cuándo? .... ¿hasta cuándo se podrá mantener la buena cara frente a tanta inseguridad, a tanto abuso de poder por parte del gobierno actual, a la falta de respeto para con el pueblo? ... y sé muy bien que me quedo corta tratando de preguntarme particularmente el porque de dicha situación.

Venezuela siempre fue un país de inmigrantes, no de emigrantes, cuando se salia del país, o era por turismo o por estudios, pero siempre con la intención de regresar, de volver con su gente cálida, a sus hermosos paisajes, a sus playas de aguas cristalinas, arena suave y casí blanca. Actualmente somos más los venezolanos que nos encontramos fuera del país, en busca de la calma que perdimos, en busca de una vida mejor, en busca de nuevas oportunidades de surgir, de poder caminar por las calles sin el temor de que en cualquier momento podrás ser víctima de un atraco, de un secuestro express o de un tirón de cartera.

Hasta hace poco llegué a reconfirmar que pertenecí a una generación apolítica, descreida y algo inconsciente, y esto último lo digo por el simple hecho, que para ese entonces no pensabámos que se producirían cambios climáticos, que no dañaríamos el planeta, en fin otro punto aparte que compartiré por acá. Así como tampoco se nos atravesó por nuestras mentes (hablo por los de mi generación), que Venezuela viviría los momentos críticos que hoy en día vive.

Además de la inseguridad social que se ha desatado en el país, la ola de asaltos, de asesinatos, de robos, bien sea por hambre o por vicio; de un pueblo que no ve sus impuestos reflejados en bienestar, ni en salud porque los hospitales cada vez tienen más carencias que insumos por ofrecer; que las carreteras, autopistas, calles, aceras, etc. se vienen abajo por falta de mantenimiento; que tiene el IVA más alto de Latinoamérica, pero también la tasa de inflación, en donde resulta que la cesta básica está por encima del salario mínimo. Con un gobierno incapaz de respetar los derechos humanos, de ser sincero y leal para con su pueblo, que le tiende la mano al pobre cuando necesita llenar los espacios en una marcha a su favor o para obtener más votos en unos comicios, con un gobierno que amedrenta a su gente, a sus seguidores y al mundo entero que se le ocurra pensar diferente a él, que antepone el bienestar de pueblos ajenos dejando a su propia gente desatendida, que interfiere en las decisiones de gobierno de otros países, pero no permite que opinen en los suyos, que va con todos los visos de dictadura, comunismo, o como lo quieran llamar, por cerrar medios que emitian mensajes o críticas de sus gestiones.

Si estas líneas me permiten traspasar fronteras, entonces me permito tratar de plasmar en ellas todo lo que siento y pienso acerca de la situación política, social y económica que vive Venezuela.

Chávez llegaste al poder bajo las promesas de cambiar un país que duró años bajo gobiernos de corruptos de cuello blanco, denominados la 4ta República, no sólo ganaste la presidencia de un país, habías ganado la confianza de la mayoría de un pueblo, de la cual te has burlado. Implantaste la 5ta República, que a fin de cuentas no tiene mucho que criticarle a la anterior, porque tu gobierno está igual o, quizás más lleno de corruptos, ahora llamados los "nuevos ricos", particularmente lo veo como un grupo de resentidos sociales que querían tener lo que tienen o tenian los de clase alta, pero como tú dices: "ser rico es malo"

¿Porqué en vez de estar criticando las decisiones de países hermanos, como pasa actualmente con Colombia?, no te dedicas a combatir el narcotráfico entre la frontera, a construir, darles el mantenimiento que necesitan las vías del país, a mejorar las relaciones con la comunidad internacional y dejar de pensar que USA quiere invadir Venezuela, que esto solo es una fijación personal; en formar y crear cuerpos policiales con beneficios laborales para atender la inseguridad del país, en cambiar las leyes a favor del pueblo y no en contra, en mejorar los sistemas de transporte público, en crear becas de estudios, no misiones que regalan migajas para solucionar el hambre de hoy, en explotar el turismo del país convirtiéndolo en un lugar seguro, preparado y acogedor adonde el turista quiera siempre regresar.

¿Qué tan díficil puede ser lograrlo?





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